SALVAMENTO ACUATICO

ORGANIZACION Y GESTION DEL SALVAMENTO ACUATICO


PLAN GENERAL DE SALVAMENTO EN PLAYAS    

El Plan General de Salvamento en Playas (P.G.S.P) ha de establecer las directrices bajo las que se ha de llevar a cabo todo el PROCESO DEL SALVAMENTO, desde las medidas de prevención a adoptar hasta la mejor opción de evacuación o las vías alternativas en caso necesario, la ordenación de los medios, etc. Todo ha de estar previsto, organizado y gestionado para que el salvamento sea un éxito, es decir, se eviten el mayor número de accidentes posibles y se resuelvan los que sucedan de la forma más eficaz.

El P.G.S.P. tiene un campo de actuación que bien puede abarcar desde toda la CC.AA. a un único ayuntamiento, pasando por una comarca determinada, es decir, se puede establecer tanto para una CC.AA. que desee que sus playas tengan un sistema organizado de salvamento, en cuyo caso siempre derivaría en planes parciales más adaptados a las características particulares de cada zona y estos a sus vez, en planes específicos, o bien puede ser un ayuntamiento de forma particular el que solicite o desee establecer un P.G.S.P., en cuyo caso derivaría directamente en planes específicos.
           
COM ISIÓN RECTORA

La Comisión Rectora será la encargada de la organización y gestión de todo el plan.

1. COMPOSICION

Se ha de establecer un grupo de trabajo en el que debe estar representada, por una o dos personas, la institución (sea CC.AA. o ayuntamiento) en la que se va a desarrollar el plan. Además, es conveniente la presencia de la Federación Territorial correspondiente, o en su defecto de la F.E.S.S. a través de la persona/s designada/s por ellas. Uno o dos especialistas de salvamento en playas y uno o dos licenciados en medicina especialistas en primeros auxilios.

2. FUNCIONES

            2.1. Establecer un Catálogo de Medios necesarios, en el que han de figurar todos los medios tanto humanos como materiales imprescindibles para la puesta en marcha del plan. Este catálogo ha de ser revisado una vez que se conozcan los medios disponibles, para observar las carencias existentes y dotarse de ellas.
            2.2. Crear una nómina de Medios Externos disponibles, en la que han de figurar entre otros:
            - Red sanitaria, teniendo en cuenta los centros sanitarios, las ambulancias, los helicópteros.
            - Fuerzas y cuerpos de seguridad: policía local, policía nacional, guardia civil.
            2.3. Crear una nómina de Medios Internos disponibles:
            - Puestos de primeros auxilios y botiquines.
            - Puestos de salvamento y equipamiento.
            - Material auxiliar o de primera intervención, sencillo y práctico.
            - Material de rescate (zodiac, brazo de rescate, tomeu, tirantes de rescate, tabla de salvamento, moto de rescate, etc.).
            - Material de señalización y balizamiento.
            2.4. Establecer Vías de Acceso y Evacuación, así como vías alternativas.
            2.5. Realizar la Catalogación de las playas en las que se va a actuar.
            2.6. Establecer el Organigrama de Actuación (funciones, deberes, etc.).
            2.7. Diseñar y poner en práctica Pruebas de Evaluación del Plan.
            2.8. Resolver todos los asuntos que sean de su competencia.

3. DISEÑO DEL PLAN

Estableceremos en este apartado cuales son los principales aspectos a tener en cuenta a la hora de realizar el diseño del P.G.S.P.

            3.1. Clasificación de las Playas y Censado.

  La clasificación de las playas nos servirá para establecer  cuáles van a ser los puntos prioritarios de actuación y cuales los secundarios. Evidentemente no todas las playas reúnen las mismas características y por tanto, tenemos que analizar con detalle cada una de las playas que el servicio va a cubrir antes de establecer las prioridades. Que duda cabe que el análisis de las playas se ha de realizar “in situ”, debiendo estar presentes todos los miembros de la comisión rectora, y disponer, además, de asesores en los casos necesarios. Estos asesores serán preferentemente de la zona, es decir, que conozcan todas las características de la playa.
Teniendo en cuenta que sería de gran interés contratar, siempre que se pueda, técnicos en salvamento acuático (T.S.A.) de la comarca, estos serían las personas ideales para asesorarnos en cada una de las playas. También a veces los marineros del lugar, por lo general, son personas con un gran conocimiento de las características de la playa.
Al realizar el análisis de la playa no debemos descartar el utilizar la colaboración puntual de cualquier persona que la conozca a fondo, sirvan de ejemplo los anteriormente mencionados marineros, surfistas, etc.

Realizaremos la clasificación en función, fundamentalmente, de dos parámetros:

La Peligrosidad y La Afluencia de Bañistas.

La evaluación de estos dos aspectos, así como su conjugación, nos dará la clasificación de las playas.

La Peligrosidad

Vendrá determinada por el análisis que nosotros hayamos realizado así como por la estadística de accidentados de la playa. 

La Afluencia de bañistas

 Es aproximativa y más o menos fácil de precisar ya que existen artilugios en el mercado que realizan mediciones de este carácter.
Existen otros parámetros que se podrían tener en cuenta a la hora de clasificar las playas, como serían:
-          Los accesos y posibles vías de evacuación.
-          La proximidad de centros sanitarios.
 Pero posiblemente la peligrosidad y la afluencia, sean los de más interés y relevancia a la hora de catalogar la playa.

 Por consiguiente, y atendiendo a los dos aspectos principales anteriormente citados podríamos establecer la siguiente clasificación:

Según la Peligrosidad:

* Muy Peligrosa:

Sería aquella playa en la que su configuración, por un lado, que se establezcan numerosas y fuertes zonas de corrientes y, por otro, cambios constantes en la superficie de la playa. Estas playas suelen ser playas de mar abierto con fondos arenosos.

También se incluirían aquí aquellas playas en las que el oleaje sea, como norma, de gran violencia. Y, por supuesto, aquellas en las que la estadística de accidentes ocurridos sea elevada y cuente con accidentes graves (nº de ahogados elevado, desaparecidos,…).

* Peligrosa:

Toda playa que cuente con zonas de corrientes leves, la superficie de la playa no presente alteraciones importantes de un día para otro, el oleaje sea, generalmente, de tipo medio-bajo y la estadística se reduzca a accidentes menores o algún accidente grave ocasional.

* Poco Peligrosa:

La playa que carezca de zonas de corrientes, en las que la superficie no presenta cambios reseñables a lo largo de la temporada de baño, el oleaje sea prácticamente inexistente y la estadística de accidentes sólo refleje actuaciones menores. Son las playas que entre el argot reciben el nombre de “Calma Chicha”.

Según la Afluencia de Bañistas:

- Playas de Alta Afluencia.
- Playas de Afluencia Media.
- Playas de Baja Afluencia.

 Si conjugamos estos dos parámetros podemos establecer la clasificación que realmente nos interesa en el mundo del salvamento acuático y su prevención.

Así tendremos:

PLAYA ROJA:

             Bajo Esta denominación se encuentran aquellas playas que consideramos prioritarias a la hora de diseñar el plan, playas de primer grado de prioridad. Se encuentran aquí las que reúnen las siguientes características:
TIPO DE PLAYA
AFLUENCIA
Muy Peligrosa
Alta
Muy Peligrosa
Media
Peligrosa
Alta

PLAYA AMARILLA:

             Estas playas se encontrarán en el segundo grado de prioridad y por tanto serán las siguientes a tener en cuenta una vez que se tiene garantizado el salvamento en las playas rojas. Estas han de reunir las siguientes características:

TIPO DE PLAYA
AFLUENCIA
*Muy Peligrosa
*Baja
Peligrosa
Media
Poco Peligrosa
Alta

*Suelen ser generalmente playas poco usadas por los bañistas y por lo tanto suelen ser desfavorecidas en cuanto a los recursos que en ella se implanten, es decir escasa o nula vigilancia. Por este motivo, cuando sucede un accidente suele ser de muerte.

PLAYA VERDE:

       Son playas en las que las probabilidades de accidentes, por sus características, son muy bajas, pero ello no implica que no se tengan en cuenta a la hora de diseñar el plan, pero si que se encuentran en el tercer grado de prioridades. Son las siguientes:

TIPO DE PLAYA
AFLUENCIA
*Peligrosa
*Baja
Poco Peligrosa
Media
Poco Peligrosa
Baja

* En este tipo de playas suele suceder como en las anteriormente catalogadas como muy peligrosas y de afluencia baja.

            3.2. Recursos Humanos.

Lo primero que debemos hacer es elaborar una nómina en la que figuren todas las personas con las que necesitamos contar. En ella deben figurar los datos personales y un Curriculum en el que se detalle  el tipo de titulación y experiencia profesional. Se debe incluir todo el personal que de una forma u otra va a actuar en la “Cadena de Salvamento”.
En la nómina han de figurar:

-          Licenciados en Medicina, a ser posible especialistas en primeros auxilios.
-          A.T.S. o D.U.E.
-          Técnicos en salvamento acuático especialistas en playas.
-          Patrones de embarcación.
-          Asesores.

El siguiente paso será realizar una distribución del personal en función de la clasificación de las playas que hemos realizado, lógicamente, aquellas playas que hemos catalogado bajo el epígrafe de playas rojas son las que tendrán preferencia en la distribución del personal, es decir, primero cubriremos con todo el personal necesario estas playas, para a continuación atender a las catalogadas como amarillas y verdes.

Es evidente que tal distribución va a depender directamente de los presupuestos que se manejen, pero si la dotación económica con la que cuenta el plan nos permite atender a todas las playas con el personal necesario para cubrir la vigilancia y prevención, entonces, el problema de la distribución del personal dejará  de ser tal y pasará a ser un mero ejercicio de ubicaciones.

            3.3. Recursos Materiales.

Al igual que con los medios humanos, lo primero que hemos de realizar es el contraste de la nómina de medios materiales disponibles con la nómina de material necesario para dar cobertura a todo el plan, y así, completarla en la medida en que el presupuesto nos lo permita.
Es importante que a la hora de elegir la compra del material tengamos en cuenta las necesidades de este en función de las características de las playas.
Una vez que conocemos todo el material del que disponemos pasaremos a distribuirlo entre las playas a cubrir, atendiendo a las prioridades ya establecidas en función de la necesidad de material (cantidad) y tipo de material.

En este apartado, en el que hasta el momento hemos contado con los recursos materiales internos del plan, debemos elaborar también una nómina de recursos materiales externos con los que hemos de contar también.

Estos recursos materiales que debemos tener en cuenta son:

 Recursos Materiales Externos:

-          Centros sanitarios, con los que se ha establecido convenio y forman parte del plan, es decir, están preparados para recibir accidentados, están dotados de ambulancias con las que se puede contar en caso necesario.
-          Número total de ambulancias (materiales de evacuación) de las que se dispone, así como su localización exacta. 
-          Centro de coordinación de emergencias (112, 061, etc.), los cuáles deben ser conocedores del plan general y que deberían conocer el horario de cobertura de cada playa, siendo necesario informar de la apertura y cierre del servicio de salvamento.
-          Helicópteros (materiales de evacuación) con los que se puede contar en caso de evacuación urgente, lo que conlleva a prever la improvisación de posibles helipuertos.
   
   Recursos Materiales Internos:

-          Materiales de prevención.
-          Materiales de vigilancia.
-          Materiales de intervención.
-          Materiales de primeros auxilios.

            3.4. Coordinación del Personal de Incidencia:

Carecería de todo valor el diseño del plan si no existe coordinación entre todo el personal que participa. Esta coordinación supone establecer un organigrama de actuación, que ha de ser conocido por todos y en el que se ha de especificar claramente cuales son los cometidos de cada grupo de personas, cual es su ubicación y modo de localización. Se debe establecer claramente quién, cómo y cuando ha de actuar en cada momento, cuales son los deberes, obligaciones y responsabilidades de cada uno.
Uno de los papeles fundamentales en la coordinación del personal lo juega el CENTRO DE COORDINACION, que será el que reciba todas las llamadas que se produzcan para solicitar ayuda tras los accidentes.
Este centro será el encargado, a su vez, de ponerse en contacto con el personal que se necesite en cada caso. Ha de contar con un único número de teléfono, de fácil memorización, gratuito, de recepción instantánea y en permanente funcionamiento durante el horario del servicio de los equipos de salvamento de las distintas playas.
             
De nada vale rescatar a una persona del agua con necesidad de traslado urgente, si en el puesto de primeros auxilios se desconoce el número de teléfono a marcar. También se ha de saber a quién hay que avisar si algún material sufre desperfectos y hay que sustituirlo, o si alguna de las existencias de los botiquines necesita reponerse. Hay que conocer a quien avisar si, por motivos de enfermedad, o personales, no se puede acudir a la playa en un día determinado, etc. En resumen todo debe estar perfectamente contemplado en caso de surgir algún tipo de improviso.
  
            3.5. Pruebas de Evaluación:

Un aspecto importante a tener en cuenta es el diseño y puesta en práctica de pruebas de evaluación del plan que nos permita comprobar la operatividad del plan. Estas pruebas han de realizarse tratando de reproducir al máximo una actuación real considerando diferentes situaciones, es decir, poniendo en marcha todo el mecanismo establecido.
Este tipo de pruebas nos han de servir para comprobar si lo previsto se cumple en un simulacro. Si la actuación de cada uno de los eslabones de la “Cadena de Rescate” es la correcta, si los tiempos de actuación y de evacuación se corresponden con los establecidos y sobre todo, han de servir para evaluar y ver el mejor modo de corregir los errores o desajustes que se produzcan.
Es conveniente llevarlas a cabo repetidas veces variando, además, las premisas de partida, ya que, de este modo, será posible conocer y evaluar variables no tenidas en cuenta, y que se puedan producir en un caso real. La Comisión Rectora será la encargada de realizar el seguimiento y posterior evaluación de las pruebas, dando a conocer el resultado de las mismas entre todo el personal de incidencia y realizar un análisis conjunto de los aspectos a modificar o corregir.

4. PUESTA EN MARCHA DEL PLAN.

Una vez diseñado el plan de actuación, realizadas las pruebas de evaluación y corregidos los desajustes existentes, el siguiente paso es su puesta en marcha. Se establecerán 4 programas, con el objetivo de garantizar su éxito.

Estos programas son:
-          El programa de implantación.
-          El programa de mejora.
-          El programa de mantenimiento.
-          El programa de formación-información.

            4.1. Programa de Implantación:

Este programa establece la puesta en marcha del plan, recogiendo la fecha de inicio, la duración, los puntos de aplicación y todas las demás características bajo las que se va a desarrollar. Debe contemplar un apartado de seguimiento en el que se han de reflejar todas las incidencias que sucedan durante el tiempo de aplicación de este programa, así como el proceso seguido en la resolución de las mismas y el resultado final.

            4.2. Programa de Mejora:

Una vez finalizada la vigencia del programa de implantación se hace necesaria una evaluación de lo acontecido a lo largo de este período, para así llevar a cabo las mejoras que de esa evaluación se deriven y dar paso al siguiente programa, que ya incluye todas las modificaciones realizadas.
Este segundo programa no está exento de seguimiento y también se verá modificado si las correcciones llevadas a cabo no funcionan todo lo bien que se desea, pero lo lógico es que este programa sufra alteraciones mínimas y de paso, ya, al período definitivo.

4.3. Programa de Mantenimiento:

Una vez que todos los ajustes se han realizado y las actuaciones se adaptan a lo establecido, transcurre un período en el que el plan no sufre modificaciones derivadas de una mala coordinación, una actuación incorrecta, una falta de previsión,…, sino que las posibles variaciones vienen dadas por la introducción de mejoras no existentes en el momento de diseñar el plan, como podría ser la dotación de más material, la aparición de material novedoso y de probada eficacia para el salvamento en playas, o similares.

            4.4. Programa de Formación-Información:

Paralelamente a la puesta en marcha del plan se ha de establecer un programa de formación e información.
La Formación tendrá como objetivo hacer llegar al mayor número de personas posible unos conocimientos sencillos, claros y prácticos sobre cómo actuar ante un accidente acuático, dejando, sobre todo, muy claro lo que no se debe hacer.
La Información pretende, por un lado, hacer público los lugares en los que se va a desarrollar el plan, tratando así de atraer hacia esos lugares al mayor número de bañistas, lo cual hará en cierta medida que disminuyan en las zonas no vigiladas, y por otro, dar a conocer a los usuarios en la propia playa, mediante cartelería informativa, cuestiones de su interés y para su seguridad, tales como horarios de vigilancia, zonas de peligro, consejos para evitar ahogamientos, etc.
La vigencia de este programa de Formación e Información debería ser el mismo que la que tenga el plan, pues la formación de los usuarios es algo que requiere de mucho tiempo para que haya concienciación de los peligros a la hora del ocio en las playas, y de esta forma se comiencen a producir los efectos deseados. La información se le debe aportar constantemente, de la forma más clara, sencilla e impactante posible.

            4.5. Duración del Plan:

Lógicamente, el período de duración de cada uno de estos programas dependerá de la duración total del P.G.S.P, que si es establecido con criterios razonables, debe ser un plan a largo plazo, con lo cual el programa de implantación duraría en función de la climatología de cada Comunidad Autónoma, debiendo corregirse sobre la marcha las deficiencias observables.
 En la siguiente temporada se establecería el plan de mejora, con todas las modificaciones oportunas para ya, en el tercer año de vida del plan, establecer un programa consolidado y profundamente analizado que garantice que la resolución de los accidentes no estará expuesta a improvisaciones.
Para determinar la distribución temporal de los programas, y, que en la mayoría de los casos va a depender directamente de la climatología, podríamos considerar a grandes rasgos 3 planes de cobertura:
            - Zonas de cobertura baja; en las que las temporadas están muy marcadas en el tiempo, generalmente durante el período estival, de 2 a 3 meses, como es el caso de litorales pertenecientes a Comunidades como Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y Cataluña.

            - Zonas de cobertura media; donde el servicio se pueda cubrir a lo largo de períodos un poco más amplios, de 4 a 6 meses, como sería el litoral Mediterráneo de Comunidades como Levante, Andalucía, Mallorca, o también playas pertenecientes a la Comunidad Autónoma de Canarias con meses de afluencia baja, generalmente entre los meses de Noviembre a Mayo.

            - Zonas de cobertura alta, donde el servicio debería cubrirse a lo largo de todo el año, atendiendo, por supuesto, a la climatología y a la afluencia permanente de usuarios por ser estas playas altamente turísticas. Esta cobertura se refiere, por supuesto, a la Comunidad Autónoma de Canarias, en la que el Socorrismo Acuático debería considerarse como profesional.





PLAN ESPECIFICO DE SALVAMENTO EN PLAYAS

            El Plan Específico de Salvamento en Playas (P.E.S.P.), va a establecer cuál es el organigrama de actuación en el que se ha de incluir a cada una de las personas que se encuentran en la propia playa, cuáles son sus funciones, su ubicación adecuada, etc.
            Será el que determine la distribución más idónea de los medios, en función de las características de la playa.

1. GRUPO OPERATIVO.

            Es el encargado de llevar a buen término la PREVENCION y la VIGILANCIA, así como realizar las actuaciones necesarias en la misma playa.
            Es el grupo de intervención directa, son los primeros en detectar los posibles accidentes y en poner en marcha el mecanismo de salvamento. Es el primer eslabón en la “Cadena de Rescate”.

            1.1. Composición:

            Estará compuesto en primer lugar por un Coordinador, que será el responsable, entre otras cosas, de que la playa no tenga carencias de medios en ningún momento; a continuación se encuentra el Jefe de Playa que velará por el buen quehacer de todo el personal que se encuentra en la playa, es decir, el personal de primera intervención: los Técnicos en Salvamento, los Patrones de Embarcación y el personal de Primeros Auxilios.

            1.2. Funciones:

            1.2.1. Coordinador:

-          Visitar, diariamente, todas las playas de su influencia.
-          Comprobar, diariamente, el buen funcionamiento de todo el personal de las playas que están bajo su tutela.
-          Solventar posibles ausencias de personal.
-          Trasladar personal de una playa a otra, si en un momento determinado las circunstancias así lo requiriesen.
-          Informarse a través del jefe de playa de cómo se desarrolla el trabajo.
-          Asegurarse de que en las playas no existe ninguna carencia de material.
-          Reponer el material de Primeros Auxilios antes de que se agote.
-          Reponer el Material de Salvamento que por el uso sufra desperfectos graves.
-          Recoger, diariamente, los parte de incidencias.
-          Asegurarse, diariamente, de que tras la jornada quede todo el material perfectamente ordenado y guardado.
-          Informar a la Comisión Rectora de cómo se desarrolla el  Plan.

            1.2.2. Jefe de Playa:

-          Velar por el buen quehacer de todo el personal de la playa.
-          Informar, a la mayor brevedad, al Coordinador de posibles ausencias de personal.
-          Establecer cuadrantes de trabajo y días libres de todo el personal.
-          Controlar y avisar las rotaciones de los Técnicos en Salvamento Acuático (T.S.A.).
-          Realizar los avisos necesarios a los usuarios sean de prevención, información, etc, a través de la megafonía.
-          Garantizar y colaborar en la recogida del material tras la jornada.
-          Decidir, diariamente, la bandera de señalización del estado del mar que se ha de colocar y sus posibles variaciones.
-          Actuar, si es necesario, en los posibles accidentes.
-          Informarse, diariamente, a través de T.S.A. del estado de todo el material de salvamento, de los posibles cambios en los puestos, de las señalizaciones.
-          Informarse, diariamente, a través de los patrones de embarcación del estado de la misma y su equipamiento.
-          Encargarse, diariamente, del entrenamiento de los T.S.A. y realizarlo con ellos.
-          Cubrir los partes de incidencias diarios, semanales y mensuales.

        * De las funciones del resto del personal que componen el grupo operativo, hablaremos en el apartado en el que se trata de la distribución racional de los medios.

2. DISEÑO DEL PLAN ESPECÍFICO.

            Trataremos en este apartado en primer lugar, algunos aspectos generales como son, el conocimiento del lugar de trabajo y su entorno, así como los medios materiales y humanos necesarios, para más adelante especificar cuál sería la distribución racional de esos medios y las funciones de cada uno.

ASPECTOS GENERALES.

            1. Conocimiento del Lugar de Trabajo y su Entorno:

            El primer punto a tener en cuenta a la hora de hacer el diseño del plan específico, es disponer de un conocimiento absoluto de la playa en la que vamos a trabajar así como de su entorno.
            De la playa hay que conocer perfectamente varios aspectos:

      En cuanto a su situación geográfica, fisonomía y afluencia:

-          Localización de la playa.
-          Principales accesos y su estado.
-          Centros sanitarios más próximos.
-          Afluencia y tipo de usuario (turistas, gente del lugar, familias con niños, jóvenes).
-          Si la pendiente en la entrada al agua es muy pronunciada o ligera.
-          Si existen hoyos, cual es su ubicación y dimensiones y si varían de lugar y profundidad.
-          Las corrientes existentes y su comportamiento.
-          La situación de todas las zonas de rocas.
-          La existencia de fuertes vientos.
-          Si hay cambios relevantes de un día para otro sobre la superficie de la playa.
-          El tipo de oleaje y si este es cambiante en función del estado del mar.
-          Extensión de la playa en bajamar y pleamar.

       En cuanto a las actividades socioeconómicas:

-          Actividad comercial de hostelería.
-          Alquiler de hamacas y sombrillas (fuertes vientos).
-          Actividades de artilugios a motor (motos de agua, parascending, gusanos, etc.).
-          Actividades de artilugios sin motor (patines, surf, winsurf, skisurf, etc.).
-          Actividades de buceo libre o con equipo.
-          Parques acuáticos instalados en la propia playa.

      En cuanto a factores derivados de la fauna marina:

-          Animales que puedan provocar reacciones alérgicas (escarpote, medusas, algas, etc.).
-          Animales de mayor tamaño y peligro por mordeduras o descargas eléctricas.

            Todo esto nos permitirá realizar una correcta clasificación de la playa y establecer una distribución lo más adecuada posible de todos los medios.

            2. Medios Humanos:

            De la clasificación que reciba la playa, así como de las dimensiones de la misma, entre otros, dependerá el personal que necesitemos para cubrir con garantía el servicio. Pero independientemente de esas características, existe un personal mínimo con el que ha de contar toda playa en la que se vaya a llevar a cabo el plan. Este personal es:

-          Un Coordinador, del que ya conocemos sus funciones.
-          Un Jefe de Playa, del que también ya hemos mencionado sus funciones.
-          De 3 a 5 T.S.A. por cada puesto de salvamento.
-          2 T.S.A. por cada embarcación, uno de ellos al menos con título que le permita el manejo de la embarcación.
-          2 personas para el puesto de primeros auxilios, a ser posible médico o A.T.S., y de no poder ser así, T.S.A. de los que más conocimientos tengan en cuanto a primeros auxilios.
  
            3. Medios Materiales:

            Se ha de contar con material suficiente y en perfecto estado para su utilización.   A parte del material específico de salvamento que podrá ser compartido por los T.S.A. en función de las necesidades del rescate, cada uno de los componentes del grupo ha de disponer como mínimo de su material auxiliar de rescate (aletas, gafas y tubo de buceo) y prevención (silbato y mascarilla para la RCPB).

            El material mínimo con el que se ha de contar es:

  • De Prevención, Vigilancia y Comunicación:
 -          Teléfono.
-          Megafonía.
-          Radiotransmisores.
-          Emisora/s base.
-          Prismáticos.
-          Silbatos.
-          Banderas de Señalización del estado del mar.
-          Atuendo completo para los T.S.A.
-          Carteles informativos y de señalización.
-          Material de balizamiento.
-          Torres elevadas de vigilancia.

  • De Primeros Auxilios:
 -          Botiquín completo para el puesto de primeros auxilios.
-          Botiquines portátiles para intervenciones sencillas en los puestos de salvamento.
-          Botiquín para la embarcación con material para practicar la RCPB.
-          Maletín de oxigenoterapia para cada puesto de salvamento.
-          Tablero espinal flotante para cada puesto de salvamento.
-          Camilla de tijeras para el puesto de primeros auxilios.
-          Collarines de varios tamaños para cada puesto de salvamento.
-          Férulas de inmovilización.

  • De Intervención y Rescate:
 -          Embarcación tipo zodiac equipada completamente.
-          Moto de Agua con camilla.
-          Boya torpedo o lata de rescate por técnico.
-          Brazo de rescate o flopi por técnico.
-          Tirantes de rescate para cada puesto de salvamento.
-          Aletas, gafas y tubo de buceo por técnico.
-          Tabla de rescate para cada puesto de salvamento.
-          Chaleco salvavidas para cada puesto de salvamento.
-          Tablero espinal flotante para cada puesto de salvamento.

DISTRIBUCION RACIONAL DE LOS MEDIOS.

            En este apartado trataremos de establecer con más detalle la función de cada uno de los componentes del grupo de primera intervención, así como los puestos con los que ha de contar la playa, y la dotación de los mismos.

            1. El Puesto de Primeros Auxilios y Coordinación:

            En la atención del puesto de primeros auxilios es aconsejable que sea personal especializado en esta materia, es decir, médico, ATS o DUE. Además del asistente sanitario deberá ser la ubicación del jefe de playa y dos T.S.A., y que al menos uno de ellos tenga autorización para el manejo de embarcación de rescate o moto de agua.

            La dotación de material del que debe disponer este puesto será:

-          Botiquín completo, con todo el material necesario para realizar las atenciones.
-          Camilla rígida de palas o tijera.
-          Tablero espinal flotante.
-          Férulas hinchables.
-          Collarines cervicales de varias tallas.
-          Maletín de oxigenoterapia.
-          Agua sanitaria con termo o calentador a la red.
-          Teléfono con listín telefónico de interés.
-          Buen acceso para la llegada y salida de las ambulancias.
-          Megafonía para avisar o informar a los usuarios.
-          Emisora base para contactar con todos los puestos de salvamento.
-          Embarcación de rescate o moto de rescate.
-          Puesto elevado, y a ser posible, si las características lo permiten en el techo del botiquín para tener una amplia perspectiva de toda la zona de cobertura del plan.
-          Prismáticos.
-          Material auxiliar y de rescate para los T.S.A. ubicados en el puesto de coordinación.

      Las principales funciones a realizar en el puesto de primeros auxilios son:

-          Ocuparse de todos los usuarios que, sin sufrir lesiones graves, no se les pueda prestar servicio en buenas condiciones en el puesto de salvamento.
-          Atender a todos los accidentados graves, tratando de recuperarlos o mantener su estado mientras no se produce el traslado.
-          Ponerse en contacto con el centro de coordinación o emergencias, en caso necesario, facilitando el mayor número de datos posible.
-          Avisar por megafonía sobre asuntos de interés de los bañistas (animales marinos, cambios del estado de la mar, horario de mareas, pérdidas de personas, etc.), función que, en principio, ha de realizar el jefe de playa.
-          Realizar el parte de incidencias y atenciones de botiquín diariamente.
-          Mantener informado al coordinador de las carencias que se puedan producir de material y de las incidencias que puedan ocurrir a lo largo de la jornada.
-          Vigilar con prismáticos toda la zona de cobertura del plan.
-          Realizar los rescates en apoyo de los puestos de salvamento si fuera necesario.

            2. El Puesto de Salvamento:

            Se ha de contar con un puesto de salvamento cada 300 – 500 metros de playa vigilada. En cada puesto ha de permanecer constantemente un T.S.A. y además de cada puesto dependerán de 2 a 4 T.S.A. más, todos ellos correctamente equipados y fácilmente identificables.

            El puesto de salvamento ha de constar de:

-          Silla elevada de vigilancia, con sombrilla.
-          Mástil con bandera que indique el estado del mar.
                  - Roja: Baño prohibido,
                  - Amarilla: Precaución en el baño,
                        - Verde: Baño libre.
-          Prismáticos.
-          Radiotransmisor.
-          Brazo de rescate o tomeu, en número igual al de T.S.A. dependientes del puesto.
-          Un juego de tirantes de salvamento con cuerda suficiente que no se enrede y que no absorba agua y con fácil método de recogida.
-          Una tabla de salvamento.
-          Material auxiliar compuesto por silbato, un par de aletas, gafas y tubo de buceo por cada T.S.A.
-          Un botiquín para curas sencillas con mascarillas individuales para la realización de la respiración artificial en caso de necesidad urgente.

      Las funciones a desempeñar desde el puesto de salvamento son:

-          Vigilar, con la ayuda de prismáticos, toda el área de influencia.
-          En caso de accidente, alertar con la mayor brevedad y claridad posible al puesto de coordinación para el seguimiento del rescate y si fuese necesaria la intervención de más recursos humanos o materiales.
-          Realizar curas sencillas cuando sea preciso.
-          Señalizar las inmediaciones del puesto (2 metros de perímetro) así como el carril de acceso al agua.
-          Asegurarse de que los usuarios dejen libre el perímetro y el carril de acceso al agua.
-          Responsabilizarse del material del puesto.
-          Llevar un parte sencillo de incidencias.
-          Colocar y retirar la bandera del estado del mar al inicio y finalización de la jornada, así como el panel informativo sobre el horario de mareas y temperatura del agua.
-          Colocar a primera hora la cartelería preventiva de información en cuanto a zonas peligrosas de corrientes, rocas, etc, o de actividades con artilugios.
-          Avisar al puesto de coordinación y realizar el cambio de bandera del estado del mar en caso de que varíen las circunstancias de peligrosidad de la zona.

            3. Los Técnicos en Salvamento Acuático:

            Los Técnicos en Salvamento Acuático en la playa han de ser los necesarios en función de la peligrosidad de la zona y de la afluencia de bañistas.
No obstante se debe cumplir un mínimo de técnicos por cada zona de cobertura. Este mínimo deberá ser de al menos de un T.S.A. permanente en el puesto y dos a pié de playa (que podría incrementarse en número en función de las características de la zona) realizando todas las funciones de vigilancia e informativas a los usuarios de prevención de accidentes, así como de intervención y rescate.
            Todos ellos han de relevarse en la función a desempeñar a lo largo del día, a modo de rotaciones establecidas con anterioridad y conocidas por todos.
            La indumentaria identificativa que han de llevar se compone, básicamente, de bañador (a ser posible sin bolsillos y por encima de la rodilla), camiseta, gorra y gafas de sol.

            El material que ha de acompañar siempre a los T.S.A. que recorren la playas ha de ser:
-          Un par de aletas.
-          Material ligero de rescate (boya torpedo o flopi).
-          Un silbato  con mascarilla para la respiración artificial.
-          Un radiotransmisor.

            Las tareas a desempeñar por el T.S.A. son:

-          Recorrer e inspeccionar, diariamente, toda la zona de playa y baño.
-          Comprobar la correcta señalización de las zonas peligrosas.
-          Comprobar la correcta señalización y balizamiento de la zona de baño público.
-          Informar a los bañistas de posibles cambios del mar, zonas peligrosas, animales marinos, etc.
-          Comprobar y responsabilizarse del estado de todo su material.
-          Comprobar el estado del mar y su influencia para los bañistas y su seguridad.
-          Actuar, según lo aconsejen las circunstancias, en caso de accidentes.
-          Avisar al puesto de coordinación de la puesta en marcha de la cadena de rescate.
-          Cumplir correctamente las rotaciones que le correspondan, que como norma general, se recomienda no permanecer más de dos horas en el mismo puesto.
-          Recoger su material al final de la jornada realizando la necesidad de su mantenimiento.
-          Entrenar, a diario, métodos, técnicas y cualidades físicas, e incluso simulacros de rescate en la propia playa.





PREVENCION
 

LA PREVENCION COMO PRINCIPIO FUNDAMENTAL DEL SALVAMENTO


INTRODUCCIÓN

Saber nadar no es suficiente para evitar los ahogamientos. El mayor número de ahogados se produce entre personas que saben nadar, motivo por el cuál se hacen necesarios unos conocimientos mínimos sobre un principio fundamental en Salvamento Acuático: LA PREVENCIÓN.

La mayor parte de los ahogados fueron personas que sabían nadar, algunos incluso perfectamente, pero perdieron la vida por causas ajenas a su particular conocimiento e insuficiente habilidad. La mayor parte de los accidentes en el agua se producen con independencia del nivel de natación del accidentado.

Podemos analizar las causas más frecuentes de accidentes en el medio acuático y comprobaremos que entre ellas se encuentran las siguientes:

            - Atrevimiento excesivo en zonas desconocidas,
            - Individualismo ególatra, que impide aceptar y cumplir las normas de seguridad (carteles, banderas, etc.),
            - Heroísmo exacerbado ante la visión de personas en peligro a las que se intenta rescatar sin poseer los conocimientos necesarios.
            Esto nos hace pensar en la necesidad de que todas aquellas personas que vayan a dedicarse al salvamento profesional, deberían ser las primeras interesadas en realizar cursos de formación.

El objetivo principal del socorrismo acuático es la prevención.

Este objetivo encaja perfectamente con el carácter proactivo que ha de estar presente en todo momento en la labor del socorrista acuático, ya que será quien ayude a reducir drásticamente el número de accidentes o la gravedad de los mismos.

El mejor técnico de salvamento es aquel que no tiene que salvar ni socorrer, es decir, aquel que desarrolla elementos de prevención suficientes como para hacer innecesaria su intervención, ahorrando además, malos momentos y experiencias negativas a las personas proclives a accidentarse en el medio acuático (niños, personas que no saben nadar, o que abusan de la comida y bebida antes del baño).

Entre los aspectos básicos que cubren una adecuada prevención se encuentra el de la información. Los responsables de Salvamento y Socorrismo han de extender al máximo posible una serie de conocimientos mínimos sobre el medio acuático y sus peligros. Facilitar consejos es de enorme utilidad y si se cumplen ayudan sobremanera a la no aparición de problemas.


CONCEPTO DE PREVENCIÓN.

            La prevención, referida al salvamento y socorrismo, puede definirse como el conjunto de preparativos que se disponen con anticipación para advertir, evitar o impedir un desagradable suceso o accidente, en cualquier tipo de medio acuático (playas, piscinas, pantanos, etc.), en sus entornos y en las actividades relacionadas con ellos. El objetivo final de la PREVENCIÓN es muy claro: evitar daños futuros, irreparables o no.
            El problema principal de la PREVENCIÓN, como ya se ha comentado, es que no suelen verse sus logros, puesto que difícilmente se ve aquello que no acontece y por este motivo para la mayoría de la gente no es considerada como imprescindible. Son pocas las personas que pueden situarse en un plano objetivo e imaginativo y percibir lo que se podría evitar si se tomasen las medidas preventivas y, cuando éstas se toman, lo que habría podido pasar si no se hubiesen tenido en cuenta.
            El conjunto de preparativos que se tendrían que disponer con anticipación se resumirían en tres formas diferentes y complementarias de la PREVENCIÓN:

1-      EDUCACIÓN,
2-      DIVULGACIÓN: INFORMACIÓN-FORMACIÓN,
3-      SERVICIOS.

1. EDUCACIÓN

Esta forma de prevenir se desarrollaría, principalmente, en centros educativos, pero también en centros y escuelas deportivos, e incluso en centros laborales. En todos ellos, a través de programas educativos básicos, se aportarían contenidos sobre datos, consejos y formas de actuación sencillas pero útiles, con el objetivo de llegar al dominio sobre "qué hacer" ante un accidente acuático y, sobre todo, "qué no hacer" para evitar problemas mayores.

2. DIVULGACIÓN: INFORMACIÓN-FORMACIÓN.

Esta segunda forma de PREVENCIÓN tendría como principal misión la de "INFORMAR PARA FORMAR", divulgando de diversas maneras (prensa, radio, televisión, trípticos, paneles informativos "in situ", horarios del servicio se s.o.s,  etc) conocimientos básicos sobre el medio acuático, los accidentes más frecuentes que se producen en él, las formas de evitar estos, técnicas de auto salvamento y algunas sencillas pautas de intervención y rescate.

3. SERVICIO DE SALVAMENTO Y SOCORRISMO.

Finalmente, esta forma de prevenir consiste en proporcionar, a todas las zonas de baño público, un servicio profesional y responsable de salvamento y socorrismo, con formación y cualificación suficientes, con una preparación y entrenamientos específicos, actualizado en métodos, técnicas y formas de organización y dotado de los recursos humanos y materiales necesarios. Este servicio debería contar con recursos humanos y materiales suficientes en cantidad y calidad para asegurar la prevención de accidentes, la vigilancia de la zona de baño público, y la intervención en caso de accidente.

RECURSOS MATERIALES

Este tipo de recursos se consigue con más facilidad que los humanos y, como regla general, conviene que se adapten perfectamente a la zona de baño en la que serán utilizados, con una cantidad adecuada y una disponibilidad siempre en función a las circunstancias específicas del entorno. Estos materiales de salvamento los podríamos clasificar como:

a)      Materiales de Prevención.

·         Carteles o paneles con los consejos para evitar ahogamientos, colocados en los lugares más visibles de la zona de baño.
·         Carteles o paneles con información básica sobre la zona de baño público: mapa de la playa o instalación, horario de vigilancia y servicio de salvamento y socorrismo, horario de mareas, zonas de mayor peligro, normas de higiene, explicación de banderas, etc.
·         Balizamientos de las zonas de baño y embarcaciones.
·         Señalización mediante postes y carteles de las zonas más peligrosas o en las que está prohibido el baño.
·         Megafonía informativa y de alarma.

b)      Materiales de Vigilancia.

·         Torres y puestos de vigilancia, en lugares preferentes y con amplitud visual.
·         Material para una mejor vigilancia: prismáticos, circuito cerrado de televisión.
·         Sistemas de comunicación entre los socorristas acuáticos y entre diferentes puestos de vigilancia.
·         Megafonía informativa y de alarma.

c)      Materiales de Intervención.

·         Material auxiliar de salvamento acuático: aletas, gafas, tubo de buceo.
·         Material de rescate o de salvamento: aro salvavidas, flopi o brazo de rescate, tirantes de rescate, tabla de salvamento, embarcación.
·         Sistemas de comunicación entre los socorristas.
·         Megafonía informativa y de alarma.

d)     Materiales de Primeros Auxilios.

·         Camillas rígidas, camilla de inmovilización para accidentados de columna vertebral.
·         Collarín de inmovilización de columna cervical.
·         Botiquín de urgencia equipado completa y correctamente.
·         Equipo de oxigenoterapia.
·         Material apropiado en función de la persona responsable del centro de primeros auxilios: médico, diplomado en enfermería, técnico en primeros auxilios.

e)      Materiales de Evacuación.

·         Ambulancia situada en una zona habilitada para ella y de fácil acceso.
·         Zona preparada para el aterrizaje de helicópteros.

El socorrismo proactivo, es aquel que interviene antes de que se produzca un accidente y  se puede resumir en una serie de CONSEJOS:

  • Conocer la zona de baño (profundidad, fondos, oleaje, corrientes, contaminación) es muy importante. En espacios naturales, si no se conoce la zona debemos de informarnos sobre la misma.
  • Si no se dominan las técnicas de natación, no debes bañarte nunca solo, ni alejarte de la orilla. Procura moverte en paralelo a la orilla.
  • Respeta las normas y las indicaciones del técnico de salvamento. Como regla general evita bañarte en zonas no vigiladas, no bucees en fondos desconocidos, controla las mareas y ten cuidado con redes, cuevas y algas.
  • Procura mojarte antes de entrar al agua, para adaptar tu cuerpo progresivamente a la temperatura del medio.
  • Si ves a alguien en peligro avisa al técnico de salvamento.
  • Si estas en peligro, relájate y conserva la calma.
  • No empujes a los demás, no saltes sin asegurarte de que no hay nadie cerca, no corras por el bordillo, ten cuidado con los juegos, no hundas a nadie bajo la superficie y cumple con las normas de higiene.
  • Respeta las horas de digestión si no estás acostumbrado a bañarte justo después de comer.
  • Vigila de cerca  a los niños pequeños, no hace falta mucha agua para que se ahoguen.



LEGISLACION APLICADA AL SALVAMENTO


NORMATIVA DE PISCINAS DE LA CC.AA. DE CANARIAS



INTRODUCCIÓN

            Existen dos aspectos que podemos diferenciar a la hora de hablar sobre la legislación aplicada al salvamento. Por un lado al socorrista acuático como responsable directo de la Prevención e Intervención relacionadas directamente con su trabajo diario, y por otro lado, la normativa aplicada a las instalaciones acuáticas de espacios cerrados (piscinas, parques acuáticos) o las aplicadas a espacios naturales abiertos sobre seguridad humana en zonas de baño (mar, río, pantano).

ASPECTOS JURÍDICOS RELACIONADOS CON EL SOCORRISTA

LA RESPONSABILIDAD PENAL

            Las siguientes preguntas podrían resumir las responsabilidades legales de los socorristas acuáticos:

1.      ¿Qué ocurriría si al atender a un accidentado agravo su situación?
2.      ¿Qué ocurriría si fallece al trasladarle?
3.      ¿Qué responsabilidad asumo si el resultado de mi actuación es desgraciado?
4.      ¿Qué pasaría si no atiendo a la víctima?
5.      ¿Qué pasaría si no me encuentro en mi lugar de trabajo y ocurre un accidente de gravedad o de muerte?

            Según el artículo 1 del código penal: “Son delitos o faltas las acciones u omisiones dolosas o culposas penadas por ley”.

            Para que exista responsabilidad criminal y por tanto delito, el profesional debe haber actuado con dolo o culpa, o sea, con intención o con imprudencia, respectivamente.

            INTENCIÓN
-          Deseo expreso de causar un mal, con conciencia y voluntad, sabiendo lo que se hace y queriendo hacerlo.

            CULPA O IMPRUDENCIA
-          El individuo realiza una acción sin intención, pero actuando sin la debida diligencia, causando un resultado dañoso, previsible y penado por la ley.

            Según lo expuesto, para que el socorrista incurra en delito, cuando actúa en funciones propias del socorrismo, o bien deberá causar un mal con intención de hacerlo, o causará un mal sin intención, pero omitiendo aquellos pasos, aquellas atenciones indispensables que debe conocer inexcusablemente.

            Concretando, diríamos que los delitos en que puede incurrir el socorrista serían los siguientes:

            Omisión del deber de socorro:

            Este delito está previsto y penado en el art. 195 del código penal, con el siguiente contenido:
“El que no socorriere a una persona que se hallare desamparada y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio ni de tercera, será castigado con la pena de arresto mayor y multa”.

            En la misma pena incurrirá el que impedido de prestar socorro, no demandare con urgencia el auxilio ajeno. Si la víctima lo fuere por accidente ocasionado por el que omitió el auxilio debido, la pena será de prisión menor.

            Según este artículo, el delito se cometería de tres formas distintas:

-          Cuando el socorrista omita la prestación de socorro a una persona que está desamparada y en peligro manifiesto y grave. No hace falta que la persona fallezca a consecuencia de la situación en que se encuentra, el delito se produce simplemente por no ayudarla.
-          Cuando el socorrista no pueda prestar auxilio por alguna razón, y se queda impasible, sin buscar auxilio ajeno.
-          Cuando la víctima lo es por accidente ocasionado por el que omitió el auxilio debido, el propio socorrista.

            Estos deberes de solidaridad comunes a todas las personas, lo son más fuertes para aquellos que voluntariamente o por contrato asumen la función de socorrer a las personas. Del socorrista no solo se va a demandar la actuación, sino también el intento de evitar el resultado de que pueda producirse (prevención y vigilancia), así el socorrista que contempla como una persona se está ahogando y no actúa, por determinados prejuicios, inseguridad, etc., incurrirá en responsabilidad agravada por “comisión por omisión” reservada para quienes han contraído la obligación legal de socorrer, o han asumido voluntariamente ciertas obligaciones, o han creado ellos la fuente de peligro. No solo se exige actuar, sino además, intentar evitar la producción del resultado lesivo.

            Omisión del deber de impedir a denunciar ciertos delitos:

            Este es otro delito por omisión que también pretende proteger ese bien que es la solidaridad humana. Según el Art. 338 bis:
“El que pudiendo con su intervención inmediata y sin riesgo propio o ajeno impedir un delito contra la vida o que cause grave daño a la integridad, libertad sexual, libertad o seguridad de las personas, se abstuviese voluntariamente de hacerlo será castigado con las penas de arresto mayor o multa o con ambas”.
            En las mismas penas incurrirá el que se abstuviese de poner en conocimiento de la autoridad o de sus agentes en el plazo más breve posible. Vemos como en este caso, la ley solo castiga la pasividad; el individuo ante una situación delictiva tiene que intervenir para evitarlo y si no puede intervenir, tiene al menos la obligación de denunciarlo. La ley exige intervenir, solo cuando no hay riesgo; no es delito abstenerse cuando hay riesgo propio o ajeno lo cual es lógico ya que no se puede pedir a una persona que arriesgue su integridad física o la de terceros para resolver una situación peligrosa.

 Denegación de auxilio:

            Esta figura jurídica está pensada para aquellas personas que ostentan cargos de funcionario público.

Delitos imprudentes:

            Señalábamos al comienzo de este apartado la diferencia entre intención e imprudencia, y conveníamos que la imprudencia se produce cuando la acción carecía de intención, pero no se había puesto en ella la debida diligencia y por eso resultaba un mal.
            La Imprudencia temeraria es un delito recogido en el Art. 565 del código penal y la imprudencia simple se considera una falta prevista en los Art. 586 bis y 600 del mismo texto legal.

            La distinción entre delito o falta no se mide en este caso por la mayor o menor gravedad del resultado producido, sino por la mayor o menor falta de prevención y diligencia del sujeto.

            Un socorrista incurrirá en imprudencia, por ejemplo, al manipular inadecuadamente a un herido cuyos síntomas indican que puede sufrir lesión de columna vertebral.

Lesión por accidente:

            Si de la actuación de un socorrista, se derivase una situación lesiva para la víctima, sin culpa ni intención, y habiendo adoptado los medios necesarios para evitar el daño, no existirá responsabilidad penal.
           
LA RESPONSABILIDAD CIVIL

            Al lado de la responsabilidad penal, y en ocasiones consecuencia de la misma, la responsabilidad civil supone una exigencia de reparación económica de daño, causado a favor de quién lo ha sufrido. Generalmente los seguros obligatorios de cobertura de responsabilidad civil de la propia instalación o si el socorrista a través de seguro privado o por medio de la licencias federativa en vigor, son los que van a dar cobertura económica en caso de sentencia favorable para el accidentado.

NORMATIVA DE PISCINAS DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE CANARIAS

NORMATIVA DE PISCINAS DE LA COMUNIDAD AUTONOMA DE CANARIAS
DECRETO 212/2005, DE 15 DE NOVIEMBRE DE 2005


ARTÍCULO 34.- SOCORRISTA

  1. A los efectos del presente reglamento se entiende por socorrista al experto nadador, con conocimientos en las técnicas de salvamento acuático y de primeros auxilios, avalado por la certificación oficial de haber realizado el curso, o por la titulación de formación específica que les exima de aquél.
  2. Las piscinas de uso colectivo contarán al menos con la presencia de un socorrista durante el horario de funcionamiento.
  3. Cuando la piscina presente vasos a distintas cotas que imposibilite la visión de todos ellos será obligatoria la presencia del número de socorristas necesario para poder ver todos los vasos.
  4. Están exentas de tener obligación de socorrista las piscinas ubicadas en edificaciones y construcciones de uso residencial no turístico, así como en establecimientos o complejos en los que se desarrolle la actividad turística alojativa y cuya capacidad no exceda de 40 unidades alojativas. En cualquier caso, en los establecimientos y complejos alojativos turísticos no exentos de esta obligación, la misma deberá ser cumplida por los explotadores turísticos que asumirán la responsabilidad por su incumplimiento de conformidad con lo dispuesto en el artículo 44.
      En los casos exentos del cumplimiento de la obligación de tener socorrista, los vasos estarán vallados de manera que sean inaccesibles para los menores no acompañados.
  1. Las piscinas exceptuadas conforme a lo dispuesto en el párrafo anterior lo harán constar en el registro de Piscinas de Canarias y en el libro de Registro de Control Sanitario.
ARTÍCULO 35.- BOTIQUÍN Y ATENCIÓN MÉDICA

  1. Las piscinas de uso colectivo, salvo las previstas en el apartado 4 del artículo anterior, dispondrán de un botiquín de primeros auxilios que deberá contar, al menos, con los productos descritos en el *anexo 3 del reglamento de piscinas. El socorrista estará a cargo del botiquín, de su uso y de la renovación del material.
  2. Los parques acuáticos dispondrán de atención médica durante su horario de funcionamiento y contarán con un local destinado a enfermería bien señalizado, provisto de agua apta para el consumo humano, lavabo y dotado del equipamiento mínimo que se señala en el anexo 4.
*ANEXO III
Según el decreto 212/2005, de 15 de Noviembre de 2005, por el que se aprueba el Reglamento sanitario de piscinas de la Comunidad Autónoma de Canarias, la dotación mínima del botiquín de primeros auxilios para ser utilizado por el socorrista deberá estar compuesto por:
                     Maletín de Oxigenoterapia y Reanimación:
-       Un resucitador manual de balón con reservorio de oxígeno.
-       Botella de oxígeno de 3 litros y 180 bares, cargada en todo momento y provista de caudalímetro y mano reductor.
-       Mascarilla de reanimación transparente, con reborde adaptable para adulto y niño.
-       Cánulas orofaríngeas (guedel) números 1,3,5.
-       Manta térmica.
-       Pinzas y trompo para la desobstrucción de la vía aérea por bloqueo de la lengua.

Material de curas compuesto por:
§  Gasas
§  Vendas Elásticas
§  Povidona yodada al 10%
§  Agua oxigenada
§  Guantes desechables
§  Suero fisiológico y jeringas (para lavados)
§  Algodón (para almohadillado, no para curas)
§  Esparadrapo hipoalergénico
§  Compresor de elastómero
§  Apósitos estériles de diferentes tamaños
§  Tijera recta y pinzas de disección
Material de Inmovilización y Transporte:
-       Camilla de tijera.
-       Collarín cervical rígido multitalla.
-       Férulas hinchables transparentes para inmovilización de extremidades.


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